Buenas. Felizmente, podemos hablar de otro buen partido bético. El estilo de éste Betis empieza a ser muy reconocible, y eso es una gran noticia.
Saltamos al campo con la siguiente alineación: Ricardo, Illic, Juanito, Nano, Babic, Juande, Rivera, Odonkor, Sobis, Mark González y Pavone. Si, les suena, ya lo sé, es la misma alineación titular con la que derrotamos al Milán. Parece que a falta de nuevos refuerzos, ya tenemos alineación titular.
Y sorprende el desempeño de éste equipo, por el que poco hubiésemos dado un duro hace apenas dos meses. Sale el Betis sabiendo a qué y contra quien juega, cediéndole el falso protagonismo a un Madrid, en el que se estrenan Drenthe y Snejder, sus dos últimos adquisiciones a golpe de talonario. Y en el comienzo es el Betis el que quiere sorprender por donde únicamente puede, sus extremos. Sale muy fuerte Odonkor, como contra los italianos, con un par de disparos con muy buenas intenciones y mejor ejecutados de lo que en él es habitual, mientras Mark González intenta ganarle la espalda a Salgado, aunque no siempre lo consigue. La verdad es que tenemos dos estiletes muy distintos en cada banda. El diestro es pura potencia, posiblemente el "futbolista" más rápido del mundo, y en la izquierda, tenemos algo menos de velocidad (y eso que es un auténtico rayo) aunque tiene un guante en la zurda. Esperemos que Odonkor siga entonándose. El empuje del Madrid, mucho mejor hoy que contra los palanganas en la ida de la supercopa empieza a notarse, sobre todo debido a la movilidad del pequeñin Snejder (muy bueno), que toca y toca y no para de mover el balón a un lado y a otro, pero la verdad es que es un dominio estéril, porque Ricardo está muy tranquilo. Y así llegamos al descanso, con un Betis reservón, que busca en la contra su posibilidad, mientras que el Madrid tiene el balón sin peligro alguno.
En la segunda parte, todo sigue igual, ritmo cansino (la verdad es que podemos aburrirnos un rato éste año...) y un Madrid que no tiene paciencia ni calidad para entrar en la tela de araña bética. Juande está hoy mucho mejor que frente a los italianos y Rivera sigue en su línea.
Llegan los típicos cambios, y en el Madrid entra Guti, parece que es el que más lo piensa. Por ello, piensa que mientras que en el Betis entran Fernando (por Pavone... inédito) y Caffa (por Odonkor, para jugar en la diestra... interesante) entre otros. Y ahí cambia el partido, porque con Guti, el Madrid es otro. Es el futbolista que más miedo da en la galaxia blanca, y el único que parece que puede acojonar de verdad. Y lo hace... porque mete dos o tres pases interiores en los que no aciertan los blancos de milagro, y nosotros a lo nuestro, a buscar la contra, aunque ya es hora de pensar en los penales. Y mira por donde, un saque largo de Ricardo lo pelea Fernando, al que le hacen falta en la frontal, en la última jugada de partido. Todos pensando en los penales, aunque Schuster piensa que Dudek es mejor que Casillas en ese arte en el que el Betis tiene a dos grandes especialistas y decide hacer el cambio en esa jugada. Pero no contaron con Don Juan Pablo Caffa, el violinista del viaducto, que la hizo suya. Y la tocó con ese guante que tiene en su zurda y que tanto promete, dándole la rosca exacta para que Dudek sólo pueda mirar atónito... y para que a Schuster se le quede cara de palangana.
0-1 (no sé por qué somos foráneos en el Trofeo Carranza) y directos a la final, contra el Zaragoza del ínclito Victor Fernández y del gran Ricardo Oliveira.
P.D: Babic mejoró mucho su rendimiento defensivo con respecto al partido del Milán.
Saltamos al campo con la siguiente alineación: Ricardo, Illic, Juanito, Nano, Babic, Juande, Rivera, Odonkor, Sobis, Mark González y Pavone. Si, les suena, ya lo sé, es la misma alineación titular con la que derrotamos al Milán. Parece que a falta de nuevos refuerzos, ya tenemos alineación titular.
Y sorprende el desempeño de éste equipo, por el que poco hubiésemos dado un duro hace apenas dos meses. Sale el Betis sabiendo a qué y contra quien juega, cediéndole el falso protagonismo a un Madrid, en el que se estrenan Drenthe y Snejder, sus dos últimos adquisiciones a golpe de talonario. Y en el comienzo es el Betis el que quiere sorprender por donde únicamente puede, sus extremos. Sale muy fuerte Odonkor, como contra los italianos, con un par de disparos con muy buenas intenciones y mejor ejecutados de lo que en él es habitual, mientras Mark González intenta ganarle la espalda a Salgado, aunque no siempre lo consigue. La verdad es que tenemos dos estiletes muy distintos en cada banda. El diestro es pura potencia, posiblemente el "futbolista" más rápido del mundo, y en la izquierda, tenemos algo menos de velocidad (y eso que es un auténtico rayo) aunque tiene un guante en la zurda. Esperemos que Odonkor siga entonándose. El empuje del Madrid, mucho mejor hoy que contra los palanganas en la ida de la supercopa empieza a notarse, sobre todo debido a la movilidad del pequeñin Snejder (muy bueno), que toca y toca y no para de mover el balón a un lado y a otro, pero la verdad es que es un dominio estéril, porque Ricardo está muy tranquilo. Y así llegamos al descanso, con un Betis reservón, que busca en la contra su posibilidad, mientras que el Madrid tiene el balón sin peligro alguno.
En la segunda parte, todo sigue igual, ritmo cansino (la verdad es que podemos aburrirnos un rato éste año...) y un Madrid que no tiene paciencia ni calidad para entrar en la tela de araña bética. Juande está hoy mucho mejor que frente a los italianos y Rivera sigue en su línea.
Llegan los típicos cambios, y en el Madrid entra Guti, parece que es el que más lo piensa. Por ello, piensa que mientras que en el Betis entran Fernando (por Pavone... inédito) y Caffa (por Odonkor, para jugar en la diestra... interesante) entre otros. Y ahí cambia el partido, porque con Guti, el Madrid es otro. Es el futbolista que más miedo da en la galaxia blanca, y el único que parece que puede acojonar de verdad. Y lo hace... porque mete dos o tres pases interiores en los que no aciertan los blancos de milagro, y nosotros a lo nuestro, a buscar la contra, aunque ya es hora de pensar en los penales. Y mira por donde, un saque largo de Ricardo lo pelea Fernando, al que le hacen falta en la frontal, en la última jugada de partido. Todos pensando en los penales, aunque Schuster piensa que Dudek es mejor que Casillas en ese arte en el que el Betis tiene a dos grandes especialistas y decide hacer el cambio en esa jugada. Pero no contaron con Don Juan Pablo Caffa, el violinista del viaducto, que la hizo suya. Y la tocó con ese guante que tiene en su zurda y que tanto promete, dándole la rosca exacta para que Dudek sólo pueda mirar atónito... y para que a Schuster se le quede cara de palangana.
0-1 (no sé por qué somos foráneos en el Trofeo Carranza) y directos a la final, contra el Zaragoza del ínclito Victor Fernández y del gran Ricardo Oliveira.
P.D: Babic mejoró mucho su rendimiento defensivo con respecto al partido del Milán.
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