Finalmente, fue una grandísima fiesta. Tras las colas previas, me temía realmente lo peor, una cutrez made in Lopera, pero no, se notó la mano de la comisión del centenario. Fiesta muy sentida, con una afición entregada, en la que, para mi, el único pero fue el exceso de verbo de Pepe da Rosa, pero nada más.
Luego vino el fútbol.
Y ahí, el peor rival posible: El campeón de Europa, el Milan de Kaká y Seedorf. Todo un espectáculo. Y en frente, nuestro Betis, un equipo, que, recordemos porque no se nos puede olvidar, se salvó en los últimos 10 minutos de liga de bajar a segunda. El Betis salía con Ricardo en portería, Illic en banda derecha, Juanito y Nano en defensa, Babic en el lateral izquierdo (aunque ahí estuvo bien poco). Llevaron la manija del equipo, aunque esto es un decir, Rivera y Juande, con Mark González en la izquierda y Odonkor en la diestra, con Sobis de mediapunta y Pavone de punta de lanza.
Y empezamos muy fuertes, con un Odonkor muy acertado en los primeros minutos, que estuvo a punto de marcar un golazo que evitó Dida. Luego, fue el Milan el que en un par de contraataques marca de la casa, perdonó claramente. La pelota era del Betis, pero no hacíamos daño, al contrario que el Milan, que cada vez que pasaba el mediocampo, nos hacía temblar por la palpable facilidad para llegar, aunque, hay que reconocerlo, nos hacía disfrutar con su juego.
Porque cómo mejora Kaká en el campo, haciéndose el dueño del espacio, no solo del balón, como sigue Seedorf, cuando supera la treintena y parece un niño de veinte años... y Pirlo, el auténtico cerebro de ésta máquina balompédica llamada Milan. Gilardino dejó un par de controles marca de la casa, Jankulovski por la izquierda no paraba de entrar, pero nos alucinó el guante que tiene Oddo en esa pierna derecha. Cada centro suyo fue un UUUUUUUUUUUYYY lastimero, pero con gusto ojo, que ésto era una fiesta.
La primera parte se fue diluyendo como un azucarillo, porque el Betis se fue desinflando, el Milan se asentaba y cogía la pelota, y solo cuando Pirlo se decidía a dársela a Kaká, aprovechando los huecos que dejaba Babic el partido cambiaba. Pero quedó ahí la cosa, 0-0, descanso, y ataque al bocata.
En la segunda parte, parecía que todo seguiría igual, hasta que Sobis caza un balón y se marcha hacia Storari, el cual nos regala un penalti, que Mark González no desaprovecha. Gol, y a conservarlo, porque aunque sea un amistoso, ganarle al campeón de Europa es un espaldarazo enorme para un grupo falto de confianza. El partido entró en el carrusel de cambios típico de la época, de la cual salió bien parado el Betis, ya que el Milan quitó a alguno de los buenos, y en el Betis entraron hombres con ganas que ayudaron en la presión. Y cuando quisimos darnos cuentas, el partido terminó, le ganamos a todo un Milan, y tras los fuegos artificiales, nos fuimos contentos a casa.
Ahora analicemos un poco el partido de nuestro equipo.
El Betis estuvo muy serio en defensa, como ya apuntaba en Portugal, y muy organizado en el mediocampo, aunque timorato en la punta de ataque. Aunque hay que hacer matizaciones:
Babic fue un auténtico coladero. Personalmente lo veo aun fuera de forma, por eso le costaba volver, y le dejaba esos huecos a Kaká y a Oddo, imperdonable en partido oficial, y disculpable anoche. Juanito y Nano estuvieron correctos, en su línea, e Illic me gustó bastante. Por su banda, estuvo acertado en defensa en general, y luego en ataque se prodigaba constantemente, siempre fue un apoyo para Odonkor. Puede tener un buen año, se le nota la pretemporada. En mediocampo, Juande estuvo demasiado preocupado por no perder la posición, lo que en sí no es malo, pero no me gustó que apenas pudiera tocar bola. Rivera sin embargo estuvo mucho mejor, se le nota mejor físicamente, muy acertado en la resta, pero con sus habituales problemas en la suma. Por bandas, Odonkor sigue igual, no creo que éste muchacho aprenda a jugar al fútbol en el Betis, mientras que por la banda izquierda encontramos la primera sorpresa positiva. Mark González no es un desconocido, pero estamos tan poco acostumbrados a ver alguien moviéndose con calidad por esos parajes verdiblancos, que hay que noticiarlo. Sin duda, el mejor fichaje. En la mediapunta, Sobis estuvo fantástico, fue el mejor del equipo. Otro que va a agradecer haber hecho pretemporada. Y arriba Pavone. Ha sido muy criticado, creo que sin motivo, porque apenas ha tenido balones que rematar. Presionó sin descanso, robó bastantes balones, y tuvo un par de detalles de delantero delantero... pero no mostró demasiada calidad. En fin, paciencia, éste chico va a depender muy mucho de las veces que llegue el Betis arriba, y con el Milan, con Kaladze, Nesta, y compañía... mucha tela. Ricardo... a mi no me gustaba ya en Portugal, no entiendo éste fichaje, porque es un portero del mismo estilo que Doblas, es decir, un parapenaltis cantarín. Tuvo un par de salidas nefastas, aunque en la segunda mitad, le hizo un reseñable paradón a Gilardino, en remate de cabeza abajo, muy meritorio... pero a mi no me gusta. Deseo tragarme éstas palabras. De los relevos en la segunda parte, hay que destacar a Caffa. Parece otro éste muchacho, y es que hacer una pretemporada completa con tu nuevo equipo es mucho. Estuvo genial, con mucha clase y demostrando que quien fuera que lo fichó el año pasado, no se equivocó: Éste muchacho tiene algo. Buena competencia va a tener con Mark.
Conclusiones
El equipo mostró una cara muy competitiva, mucha mejor cara que la del año pasado, lo que le hace a uno ser optimista. Mucho orden en la presión y en la defensa, compromiso y ganas, muy noticiable. Aunque tras ver el rendimiento de los nuevos... uno se pregunta... ¿Si éste equipo pasó tantas fatiguitas el año pasado, y los fichajes no han demostrado nada... Qué futuro nos espera?. En fin, no quiero ni debo ser tan agorero, porque solo es el principio, demasiado pronto para todo, aunque creo que solo Mark, de los que debutaron anoche, va a hacernos sonreír. Aunque en su contra, hay que decir que los mejores fueron los fichajes del año pasado, sobre todo Sobis, que apunta muy alto éste año.
En fin, victoria, sonrisas, cánticos centenarios, fuegos artificiales, una afición increíble de la que me enorgullezco (llenar este campo, pasando todos por caja, un 9 de agosto, es estratosférico, sobre todo con lo que tenemos que ver).
Un saludo a todos, y nos leemos para el Carranza.
Luego vino el fútbol.
Y ahí, el peor rival posible: El campeón de Europa, el Milan de Kaká y Seedorf. Todo un espectáculo. Y en frente, nuestro Betis, un equipo, que, recordemos porque no se nos puede olvidar, se salvó en los últimos 10 minutos de liga de bajar a segunda. El Betis salía con Ricardo en portería, Illic en banda derecha, Juanito y Nano en defensa, Babic en el lateral izquierdo (aunque ahí estuvo bien poco). Llevaron la manija del equipo, aunque esto es un decir, Rivera y Juande, con Mark González en la izquierda y Odonkor en la diestra, con Sobis de mediapunta y Pavone de punta de lanza.
Y empezamos muy fuertes, con un Odonkor muy acertado en los primeros minutos, que estuvo a punto de marcar un golazo que evitó Dida. Luego, fue el Milan el que en un par de contraataques marca de la casa, perdonó claramente. La pelota era del Betis, pero no hacíamos daño, al contrario que el Milan, que cada vez que pasaba el mediocampo, nos hacía temblar por la palpable facilidad para llegar, aunque, hay que reconocerlo, nos hacía disfrutar con su juego.
Porque cómo mejora Kaká en el campo, haciéndose el dueño del espacio, no solo del balón, como sigue Seedorf, cuando supera la treintena y parece un niño de veinte años... y Pirlo, el auténtico cerebro de ésta máquina balompédica llamada Milan. Gilardino dejó un par de controles marca de la casa, Jankulovski por la izquierda no paraba de entrar, pero nos alucinó el guante que tiene Oddo en esa pierna derecha. Cada centro suyo fue un UUUUUUUUUUUYYY lastimero, pero con gusto ojo, que ésto era una fiesta.
La primera parte se fue diluyendo como un azucarillo, porque el Betis se fue desinflando, el Milan se asentaba y cogía la pelota, y solo cuando Pirlo se decidía a dársela a Kaká, aprovechando los huecos que dejaba Babic el partido cambiaba. Pero quedó ahí la cosa, 0-0, descanso, y ataque al bocata.
En la segunda parte, parecía que todo seguiría igual, hasta que Sobis caza un balón y se marcha hacia Storari, el cual nos regala un penalti, que Mark González no desaprovecha. Gol, y a conservarlo, porque aunque sea un amistoso, ganarle al campeón de Europa es un espaldarazo enorme para un grupo falto de confianza. El partido entró en el carrusel de cambios típico de la época, de la cual salió bien parado el Betis, ya que el Milan quitó a alguno de los buenos, y en el Betis entraron hombres con ganas que ayudaron en la presión. Y cuando quisimos darnos cuentas, el partido terminó, le ganamos a todo un Milan, y tras los fuegos artificiales, nos fuimos contentos a casa.
Ahora analicemos un poco el partido de nuestro equipo.
El Betis estuvo muy serio en defensa, como ya apuntaba en Portugal, y muy organizado en el mediocampo, aunque timorato en la punta de ataque. Aunque hay que hacer matizaciones:
Babic fue un auténtico coladero. Personalmente lo veo aun fuera de forma, por eso le costaba volver, y le dejaba esos huecos a Kaká y a Oddo, imperdonable en partido oficial, y disculpable anoche. Juanito y Nano estuvieron correctos, en su línea, e Illic me gustó bastante. Por su banda, estuvo acertado en defensa en general, y luego en ataque se prodigaba constantemente, siempre fue un apoyo para Odonkor. Puede tener un buen año, se le nota la pretemporada. En mediocampo, Juande estuvo demasiado preocupado por no perder la posición, lo que en sí no es malo, pero no me gustó que apenas pudiera tocar bola. Rivera sin embargo estuvo mucho mejor, se le nota mejor físicamente, muy acertado en la resta, pero con sus habituales problemas en la suma. Por bandas, Odonkor sigue igual, no creo que éste muchacho aprenda a jugar al fútbol en el Betis, mientras que por la banda izquierda encontramos la primera sorpresa positiva. Mark González no es un desconocido, pero estamos tan poco acostumbrados a ver alguien moviéndose con calidad por esos parajes verdiblancos, que hay que noticiarlo. Sin duda, el mejor fichaje. En la mediapunta, Sobis estuvo fantástico, fue el mejor del equipo. Otro que va a agradecer haber hecho pretemporada. Y arriba Pavone. Ha sido muy criticado, creo que sin motivo, porque apenas ha tenido balones que rematar. Presionó sin descanso, robó bastantes balones, y tuvo un par de detalles de delantero delantero... pero no mostró demasiada calidad. En fin, paciencia, éste chico va a depender muy mucho de las veces que llegue el Betis arriba, y con el Milan, con Kaladze, Nesta, y compañía... mucha tela. Ricardo... a mi no me gustaba ya en Portugal, no entiendo éste fichaje, porque es un portero del mismo estilo que Doblas, es decir, un parapenaltis cantarín. Tuvo un par de salidas nefastas, aunque en la segunda mitad, le hizo un reseñable paradón a Gilardino, en remate de cabeza abajo, muy meritorio... pero a mi no me gusta. Deseo tragarme éstas palabras. De los relevos en la segunda parte, hay que destacar a Caffa. Parece otro éste muchacho, y es que hacer una pretemporada completa con tu nuevo equipo es mucho. Estuvo genial, con mucha clase y demostrando que quien fuera que lo fichó el año pasado, no se equivocó: Éste muchacho tiene algo. Buena competencia va a tener con Mark.
Conclusiones
El equipo mostró una cara muy competitiva, mucha mejor cara que la del año pasado, lo que le hace a uno ser optimista. Mucho orden en la presión y en la defensa, compromiso y ganas, muy noticiable. Aunque tras ver el rendimiento de los nuevos... uno se pregunta... ¿Si éste equipo pasó tantas fatiguitas el año pasado, y los fichajes no han demostrado nada... Qué futuro nos espera?. En fin, no quiero ni debo ser tan agorero, porque solo es el principio, demasiado pronto para todo, aunque creo que solo Mark, de los que debutaron anoche, va a hacernos sonreír. Aunque en su contra, hay que decir que los mejores fueron los fichajes del año pasado, sobre todo Sobis, que apunta muy alto éste año.
En fin, victoria, sonrisas, cánticos centenarios, fuegos artificiales, una afición increíble de la que me enorgullezco (llenar este campo, pasando todos por caja, un 9 de agosto, es estratosférico, sobre todo con lo que tenemos que ver).
Un saludo a todos, y nos leemos para el Carranza.
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