100 años... y un día, como si fuera una condena, que ciertamente lo ha parecido alguna vez, pero aaayyy, qué dulce condena.
El 12 de Septiembre de 1907 unos estudiantes crearon el germen de lo que hoy es el club más grande del mundo, en la escuela Politécnica de Sevilla. Por cierto, que hoy me he pasado por allí... y no vi nada que recordase la efeméride (pequeño fallo). A esos estudiantes... mil gracias.
Ayer cumplió 100 años de vida, como si nada, y su afición, el elemento diferenciador de éste enorme club, está más sana que nunca. Y está sana, porque está orgullosa, sin a priori, tener demasiados motivos para ello, pero eso no lo pueden entender los que no son béticos. El orgullo de ser bético es totalmente independiente del rendimiento en el césped (no como otros), independiente de sus dirigentes, sean buenos, malos o Lopera, independiente incluso del rendimiento de su rival, independiente de todo, por lo tanto singular y única.
Así, que a todos los béticos, felicidades, seguid orgullosos de ser béticos, y seguid extendiendo la religión bética por esos mundos de Dios otros 100 años más como poco. Por cierto, que hoy vamos a inaugurar un monumento dedicado a nosotros mismos, la afición bética, la mejor del mundo. Tenemos entendido que es un caso único, un monumento dedicado a la afición, y por tanto, vamos a disfrutarlo como se merece. La inauguración, hoy, a las 20:00, en el sector de gol norte con preferencia, a las afueras del estadio.
El 12 de Septiembre de 1907 unos estudiantes crearon el germen de lo que hoy es el club más grande del mundo, en la escuela Politécnica de Sevilla. Por cierto, que hoy me he pasado por allí... y no vi nada que recordase la efeméride (pequeño fallo). A esos estudiantes... mil gracias.
Ayer cumplió 100 años de vida, como si nada, y su afición, el elemento diferenciador de éste enorme club, está más sana que nunca. Y está sana, porque está orgullosa, sin a priori, tener demasiados motivos para ello, pero eso no lo pueden entender los que no son béticos. El orgullo de ser bético es totalmente independiente del rendimiento en el césped (no como otros), independiente de sus dirigentes, sean buenos, malos o Lopera, independiente incluso del rendimiento de su rival, independiente de todo, por lo tanto singular y única.
Así, que a todos los béticos, felicidades, seguid orgullosos de ser béticos, y seguid extendiendo la religión bética por esos mundos de Dios otros 100 años más como poco. Por cierto, que hoy vamos a inaugurar un monumento dedicado a nosotros mismos, la afición bética, la mejor del mundo. Tenemos entendido que es un caso único, un monumento dedicado a la afición, y por tanto, vamos a disfrutarlo como se merece. La inauguración, hoy, a las 20:00, en el sector de gol norte con preferencia, a las afueras del estadio.
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